Bajo la lluvia en Avellaneda, Racing le ganó 3 a 1 a Peñarol, dio vuelta la serie (3-2 global) y se metió en los cuartos de final de la Copa Libertadores, donde protagonizará un duelo de argentinos ante Vélez.

El comienzo del partido fue electrizante. Primero, a los 7 minutos, Adrián Martínez puso a Racing en ventaja, pero poco le duró la alegría porque, a los 15′, Nahuel Herrera marcó la igualdad que le daba parcialmente la clasificación al Manya (había ganado 1 a 0 e la ida).

Sobre el final del complemento, volvió a aparecer Maravilla, el hombre que rompió la mala racha de seis partidos sin convertir, en la noche que el equipo más lo necesitaba: cambió por gol un penal a los 83 minutos, y de paso, se convirtió en el máximo goleador de la historia de Racing en competencias Conmebol, con 17 tantos (el récord lo tenía Norberto Raffo, con 15).

Cuando parecía que la historia se encaminaba a los penales, incluso Gustavo Costas había hecho cambio de arqueros y mandó a la cancha a Facundo Cambeses por Gabriel Arias, sucedió la épica. En la última jugada (94′), Franco Pardo convirtió de cabeza tras un tiro libre y firmó el 3 a 1 que desató la locura en el Cilindro.

Las únicas malas para Racing fueron expulsiones de Marcos Rojo y Bruno Zuculini, quienes vieron la roja por hacer disturbios en el banco de suplentes y no podrán jugar la ida de los cuartos de final contra Vélez, que logró avanzar de ronda tras derrotar 2 a 0 a Fortaleza en Liniers, con goles de Maher Carrizo y Tomás Galván.