El proceso para concretar el acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur volvió a quedar en suspenso y su firma fue reprogramada para enero de 2026, luego de que los Estados miembros no lograran reunir el respaldo necesario para aprobar el texto esta semana. El nuevo escenario obliga a modificar el calendario político previsto y deja sin efecto la rúbrica que iba a realizarse en los próximos días.

La definición se dio en Bruselas durante una jornada atravesada por protestas de agricultores europeos que rechazan el tratado. Las manifestaciones incluyeron incidentes frente a edificios oficiales, con enfrentamientos con la policía, que respondió con gases lacrimógenos y cañones de agua tras el lanzamiento de pirotecnia y distintos objetos por parte de los manifestantes.

Con el cambio de cronograma, los países del Mercosur ya fueron “informados” de que el voto en el Consejo Europeo y la posterior firma del acuerdo se realizarán a “principios de enero”. De esta manera, quedó cancelada la firma prevista para este sábado en Foz de Iguazú, donde Brasil debía traspasar la presidencia del bloque a Paraguay.

Las dificultades para cerrar el acuerdo están asociadas al bloqueo de Francia y a las dudas expresadas por Italia en las últimas horas. En ese contexto, el presidente de Brasil, Lula da Silva, reveló un intercambio con la primera ministra italiana: “Meloni me dijo que, si tenemos paciencia de una semana, diez días, un mes, Italia estará con el acuerdo”.

El aplazamiento representa un revés para los países y sectores que impulsaban cerrar el proceso antes de fin de año, entre ellos Alemania, España y la Comisión Europea. Dentro del bloque europeo, una de las principales resistencias proviene del sector agrícola, que cuestiona la eliminación de aranceles y advierte sobre el ingreso de carne y granos sudamericanos al mercado comunitario. A pesar de que desde Brasil se había advertido que “no habrá más acuerdo” si no se firmaba este fin de semana, el Mercosur aceptó la prórroga. El plazo adicional permitirá al gobierno italiano avanzar en la búsqueda de mayores garantías para su sector agropecuario.