La mítica banda británica ofreció ayer el show más masivo de las tres jornadas, con un público ansioso y feliz por recibirla. Los detalles de lo vivido el domingo y todos los artistas que se presentaron este fin de semana en la Costanera Sur


Siete y cinco de la tarde. Faltaban apenas minutos para la presentación de Arctic Monkeys en Primavera Sound Buenos Aires y el público argentino ya no podía contener la emoción; lo único que logró calmar sus ansiedades fue una mano anónima -y que podía ser de cualquiera de los cuatro ídolos- que saludó desde el backstage.

“Sculptures of Anything Goes”, lanzada hace menos de un mes en el álbum The Car, fue la canción elegida para recibir a la multitud de fans que aguardaba desde temprano con la esperanza de obtener aunque sea un vistazo de Alex Turner.

Y es que, aunque los “Arctic” tenían previsto brindar su show a las 23 horas, las inclemencias del tiempo obligaron a adelantarlo cerca de cuatro horas: el cielo gris intensificaba la lluvia con cada canción que pasaba, pero a ningún amante del rock parecía importarle demasiado.

Los fans de la banda indie (Crédito: Chule Valerga)Los fans de la banda indie (Crédito: Chule Valerga)

Se trataba quizás de uno de los shows más esperados del megafestival Primavera Sound Buenos Aires, la multitud era tal que llegaba incluso hasta las “jurisdicciones” de otros escenarios cercanos. Un público dispuesto a no perderse la experiencia de una fiesta bajo la lluvia.

El segundo éxito de la tarde fue Brianstorm, seguido de Cornerstone; dos canciones ya no del último álbum, sino de 2007 y 2009 respectivamente. Por momentos la banda pausaba la performance para velar por la seguridad de su público ansioso de pogos demenciales: “Cuídense mutuamente”, pedía Turner y recomendaba tomar el show con calma.

El vocalista -un galán de película con traje elegante y anteojos negros distintivos- produjo gritos y suspiros entre sus fans; sobre todo cuando llegó el turno de Why’d You Only Call Me When You’re High? y el verso sensual de “la imagen del espejo me dice que es hora de ir a casa, pero todavía no terminé porque no estás a mi lado”.

(Crédito: Chule Valerga)(Crédito: Chule Valerga)

Le siguieron “Four Out of Five”, “Arabella”, “Do I Wanna Know?”, “Pretty Visitors” “Body Paint” en un show de 15 canciones y muchos saltos frenéticos que recorrió la discografía de los “monos” pasando por la experimentación musical, el indie rock e incluso rozando el jazz.

“¡Muchas gracias, Buenos Aires! Espero volver a verlos”, se despidió el vocalista luego de cerrar el recital con 505.

Los artistas que brillaron este domingo

Un show no apto para sensibles fue el de Carolina Durante. La banda punk madrileña se presentó alrededor de las 15.30 en el Escenario Heineken, donde empezó su repertorio de 14 canciones con oyentes que se dividían entre seguidores de la música de nicho y algunos oídos curiosos.

Los shows de rock fueron los más masivos (Crédito: Chule Valerga)Los shows de rock fueron los más masivos (Crédito: Chule Valerga)

El vocalista Diego Ibañez gritaba, revoleaba la cabeza hacia arriba y abajo y daba patadas al aire con una cerveza en la mano; con la réplica de un público que cantaba hasta que las venas se marcaban en el cuello: “¡Me importan pocas cosas, ya no sé qué hacer!” de la canción “Joder, no sé”.

La hiphopera británica Shygirl tocaba en el Escenario Flow al mismo tiempo. A pesar de que su nombre significa “chica tímida” en español, vestida de animal print y bucaneras negras invitaba al público a bailar y ponerse “sucio” de la mano de su éxitos; como BDE.

En el plano de la música local, a las 16 horas estuvo Juana Molina en el Escenario Samsung. La compositora de música electrónica experimental presentó nueve canciones con capas de guitarras, bajos y el sonido de un micrófono que distorsiona la voz; entre ellas la ya conocida “Cara de Espejo”.

Phoebe Bridgers (Crédito: Franco Fafasuli)Phoebe Bridgers (Crédito: Franco Fafasuli)

Los asistentes de Primavera Sound Buenos Aires también pudieron disfrutar durante una hora de la música de Santiago Motorizado, el rockero conocido por ser la voz de Él Mató a un Policía Motorizado y por haberle puesto música a Okupas: algunos de los clásicos fueron “Soy Rebelde” de Jeannete, “Yoni B” de su grupo indie y “El pastor me dio su mano”, propia.

Sin dudas, la artista que más interacción tuvo con el público fue Phoebe Bridgers. Durante su show multitudinario de una hora no solo bajó varias veces del escenario para chocar manos con los fans, sino que incluso compartió el micrófono con una afortunada fan para darle la oportunidad de cantar el final de uno de sus éxitos.

Lorde (Crédito: Chule Valerga)Lorde (Crédito: Chule Valerga)

La californiana exmiembro de Sloppy Jane dejó al público absorto en su carisma y talento con Chinese SatelliteICU, Savior Complex -una canción que asegura no suele tocar en festivales pero fue muy pedida- y Graceland Too; acompañada por un bajo, una guitarra, un teclado y una trompeta.

A las 20.30 la cita era con Lorde. La neozelandesa, que volvió al mundo del pop en 2021 con su álbum Solar Power, brilló en el Escenario Samsung junto a sus fans que no dejaban de aclamarla.

Paul Banks, vocalista de Interpol (Crédito: Chule Valerga)Paul Banks, vocalista de Interpol (Crédito: Chule Valerga)

El público formaba una especie de coro masivo con voces femeninas que cantaba “Royals” (que la llevó al éxito en 2013), “Mood Rings”, “Ribs”, una canción sobre las experiencias amargas que trae la adolescencia e incluso el feliz cumpleaños en inglés de la artista; quien había cumplido 26 tan solo seis días atrás.

Otros artistas que se presentaron el domingo fueron Interpol, Arca, Bad Gyal, Chai, Badsista, Valesuchi y 107 Faunos. En tanto el sábado fue el turno de Travis Scott, Hernán Cattáneo y Charli XCX, entre otros.

Y así pasó la primera edición de Primavera Sound Buenos Aires, el megafestival que llegó desde Barcelona para ofrecer tres días de una grilla variada, heterogénea, con presencia de reconocidas figuras internacionales y talentos locales emergentes. Un grilla que contribuyó a que el público argentino viviera una fiesta.

Fuente: Infobae