Cata es la séptima eliminada de Gran Hermano
La nueva edición de Gran Hermano vivió su séptima Gala de Eliminación y los participantes conocieron la decisión del público, el cual escogió al participante que debe abandonar la casa.
Este domingo, la casa de Gran Hermano se llenó de tensión tras la séptima Gala de Eliminación, la cual contaba con una placa conformada por Daniela Celiz, Walter “Alfa” Santiago, María Laura “Cata” y Nacho Castañares. En este sentido, los tres debieron afrontar la contundente decisión de la audiencia.
El público hizo su elección a través de su voto negativo y Santiago del Moro fue el encargado de informarle a los participantes quiénes siguen dentro de la competencia y quién se sumó al grupo de eliminados junto a Tomás Holder, Martina Usher Stewart, Mora Jabornisky, Juan Reverdito, Lucila “la Tora” Villar y Juliana Díaz.
El nuevo participante eliminado de la casa más famosa del país fue María Laura, siendo la participante de la placa que más votos juntó en comparación con el resto de sus compañeros. A la hora de revelar el porcentaje, el conductor mostró que la oriunda de Catamarca se fue con un total del 52,8% de los votos, siendo esta una cifra contra Daniela.
Antes de anunciar al nuevo participante eliminado, el conductor del ciclo le informó a uno de los participantes que desarme su valija y disfrutar otra semana dentro de la casa más famosa del país. En este sentido, Walter “Alfa” Santiago fue el primer salvado, ya que recibió tan solo el 3,17% de los votos.
En segundo lugar, Nacho Castañares pudo respirar luego de que Santiago del Moro anunció que era el segundo salvado de la noche. Al cortar la comunicación con los participantes, el animador reveló que se salvó con un 24,01% de votos negativos.
Por otro lado, esta semana estuvo coronada por un sinfín de tensiones entre los participantes de la casa más famosa del país, siendo tal la molestia que Gran Hermano decidió intervenir para calmar las aguas. “Es linda la imagen que estoy viendo”, comenzó al ver a todos los participantes unidos. “Me trajo recuerdos del primer día o quizás de la primera semana, cuando había muchas risas y mucho afecto ¿Saben que había? Mucho respeto”, sentenció.
“Obviamente, no tengo ninguna incidencia sobre lo que hacen puertas afuera, pero si tengo la autoridad para decirles cómo deben proceder en mi casa”, expresó. “No voy a permitir que la convivencia se transforme en una guerra y que no tengan la más mínima empatía por el prójimo”, agregó.
“Si después de este aviso/charla sigo viendo que persisten estas conductas desagradables, tomaré las medidas necesarias”, cerró y dio lugar a que cada uno de los participantes se exprese acerca de esta situación dentro de la casa. “Los escucho”, lanzó.