María Becerra volvió a encender el Estadio River Plate y selló un fin de semana que redefinió la escala del espectáculo en vivo en Argentina. Con más de 170.000 personas entre las dos funciones, la artista alcanzó una serie de hitos históricos: el primer show 360° en la historia del Monumental, la primera vez que el estadio habilitó su capacidad total de 85.000 espectadores y la consolidación de un logro inédito a nivel mundial, al convertirse en la primera mujer argentina en realizar cuatro shows en el Estadio River Plate.

La segunda noche no fue una repetición, sino la coronación definitiva de un fenómeno cultural que ya había dejado su marca el viernes. Desde horas antes del comienzo, el estadio vibraba con una expectativa pocas veces vista. El formato 360°, con el público rodeando el escenario desde todos los ángulos, volvió a generar una experiencia cercana e inmersiva que transformó por completo la manera de habitar el Mâs Monumental.

Un show conceptual que elevó la experiencia en vivo

La puesta en escena, totalmente inédita, volvió a desplegar los cinco actos que componen el universo conceptual de QUIMERA. La narrativa estuvo guiada por una voz en off a cargo de Gabriel Rolón, que funcionó como hilo conductor entre los distintos mundos emocionales del espectáculo.

Con fuegos artificiales, pantallas de nivel internacional y más de 70 artistas en escena (entre bailarines, actores, coristas y performers), el show mantuvo un movimiento constante gracias al aprovechamiento integral del espacio 360°, construyendo una experiencia visual y sensorial de alto impacto.

Invitados estelares y momentos que hicieron vibrar al Monumental

El primer acto, encabezado por Shanina, abrió la noche con fuerza al ritmo de “Ramen Para Dos” y contó con la participación de Paulo Londra. El ingreso de Tini marcó uno de los puntos más celebrados del show con “Hasta que me enamoro”, desatando la euforia del público.

El segundo acto, protagonizado por Maite, llevó al estadio a un clima más íntimo con “Recuerdo que nunca existió”. Luego llegaron “Corazón vacío” y “Mi debilidad”, antes del esperado reencuentro con Tiago PZK en “Entre Nosotros”, que volvió a encender al público de punta a punta.

La tercera parte, a cargo de Gladys, transformó al Monumental en una verdadera fiesta popular. La familia de María se sumó al escenario y el clima de barrio se apoderó del show. La aparición de Ariel Pucheta para interpretar “Mentirosa” y “Adiós” replicó uno de los momentos más celebrados del primer día, mientras que el regreso de Tini para “Miénteme” volvió a desatar la ovación general.

Una noche que cerró con emoción y potencia simbólica

Ya entrada la noche, Jojo marcó un quiebre estético y sonoro con una entrada filosa y uno de los momentos más intensos del show gracias a “Hace Calor”. El segmento incluyó el desfile de sus amigas, con la presencia de Anabel Sánchez y Carolina “Pampita” Ardohain, sumando potencia visual y simbólica al momento.

El capítulo final mostró a una María Becerra íntima y luminosa. Taichu se sumó para “Pierdo la cabeza”, mientras que el cierre quedó nuevamente en manos de “Mi amor”. Junto a J Rei, ambos se elevaron sobre el escenario 360° en una cama suspendida entre las nubes, protagonizando un final emotivo que selló la noche entre aplausos y lágrimas.

Un hito que cambia las reglas del juego

La segunda noche confirmó lo que ya se intuía desde el viernes: María Becerra dio inicio a una nueva era para los shows en Argentina. El formato 360°, la narrativa conceptual de QUIMERA, la presencia de invitados de primer nivel y un estadio rendido a sus pies consolidaron a la artista como una de las figuras más visionarias de la región.