“No puedo aceptar psicológicamente una vida sin el tenis”: el duro momento de Del Potro
La Torre de Tandil sufrió la primera fractura en la rótula de su rodilla derecha a fines de 2018 y nunca logró reponerse.
El extenista argentino, Juan Martín del Potro, confesó que no competir en tenis de manera profesional le genera un estado de sufrimiento: “No puedo aceptar psicológicamente una vida sin el tenis”.
En este sentido, el ganador del US Open 2009 detalló: “Hoy solo puedo caminar, no corro ni en la cinta y soy incapaz de subir las escaleras sin dolor. Ni siquiera puedo conducir mucho tiempo sin tener que detenerme a estirar las piernas por el dolor”, en una entrevista con La Nación.
La Torre de Tandil sufrió la primera fractura en la rótula de su rodilla derecha a fines de 2018, cuando estaba tercero en el ranking ATP. Un año después volvió al circuito pero una lesión similar lo volvió a alejar de las canchas hasta el 2022 cuando se retiró en el ATP de Buenos Aires.
Durante estos años, debió someterse a tres operaciones en la rodilla afectada, aunque nunca pudo recuperarse al 100%: “Esta es mi realidad. Es muy dura, muy triste, pero sigo buscando la manera de mejorar. Mi nuevo desafío es cómo tratar de procesar todo, asimilar lo que me toca y cómo me levanto todos los días para vivir lo mejor posible”, comentó.
Ante esta dura situación, agregó: “Cuando hablo con otro deportistas que ya no están activos me dicen: ‘Bueno, me tomé los últimos dos años de mi carrera, el último año, me preparé de esta manera o de otra’. Pero yo lo estoy haciendo ahora, era el número 3 del mundo hasta que de repente me rompí las rodillas y acá estoy, sin nada”.
“Hace poco fui a Suiza a ver a otro médico y empecé un nuevo tratamiento que me recomendaron varios tenistas profesionales, pero hasta ahora no he tenido ni un solo resultado positivo”, reveló.
Por último, se lamentó porque “es muy dura esa sensación después de cada intento, ya sea un tratamiento o una cirugía. La frustración que puedo sentir cuando las cosas no funcionan es difícil de explicar. Me engaño a mí mismo, tengo fe en cada nuevo tratamiento que pruebo, pero cada vez que este falla supone un golpe muy duro”, finalizó.