Se complica la situación de L-Gante: le encontraron un celular robado
L-Gante tenía en su posesión un celular robado dentro de la cárcel. El aparato fue descubierto y secuestrado durante los allanamientos realizados en junio.
Durante los allanamientos realizados a principios de junio, se descubrió que L-Gante tenía en su poder un celular robado dentro de la cárcel. El aparato fue secuestrado en ese momento y en las últimas horas se dio a conocer que el artista no podrá salir en libertad, tras recibir el dictamen de prisión preventiva.
La causa contra L-Gante se relaciona con acusaciones de amenazas y privación ilegítima de la libertad a dos personas en el pasado mes de mayo. Tras la resolución del juez de Garantías 2 de Moreno-General Rodríguez, Gabriel Castro, se determinó que el cantante continúe detenido por los delitos mencionados, ya que se considera que subsisten los riesgos procesales.
El juez Castro procesó al cantante de Cumbia 420 por los delitos de amenazas simples en concurso real con privación ilegítima de la libertad, amenazas simples en perjuicio de Darío Gastón Torres, privación ilegítima de la libertad en concurso ideal con amenazas simples en contra de Rosa Catalina Passi, y tenencia simple de estupefacientes.
Su abogado había asegurado que L-Gante no tenía celular dentro de la cárcel
Con respecto al teléfono celular que encontraron bajo su posesión, cabe recordar que su actual abogado, Juan Pablo Merlo, había asegurado recientemente que el joven estaba viviendo su estadía en la DDI de Quilmes igual que cualquier otro detenido y no podía tener móvil.
En cuanto a los posteos que compartió el músico en sus redes, Merlo había señalado en diálogo con La 100 que era su representante, Maxi el Brother, quien actualiza sus redes. “No puede tener teléfono ahí adentro, le hacen requisas, revisan todo el lugar”.
A su vez, había asegurado que Elián Valenzuela no tiene ningún tipo de privilegio dentro del establecimiento: “Pasa un poco de frío, pero se abriga con frazadas y camperas. No tiene privilegios, y él no los quiere, desea estar como cualquier otro detenido. Sus familiares le tienen que llevar la comida todos los días”.