El mejor amigo de Joaquín Sperani confesó haber matado al adolescente de 14 años y la Justicia deberá determinar qué sucederá con él.


A principios de julio se conoció el estremecedor asesinato de Joaquín Sperani, un adolescente de 14 años que fue víctima de su mejor amigo (de 13), en la localidad cordobesa de Laboulaye y con el paso de las semanas, el otro chico en cuestión reconoció haber sido el autor del crimen.

Mientras el equipo de fiscales continúan a cargo de la investigación del caso que conmovió a todo el país, Leandro, quien es el principal apuntado, aseguró que fue él quien mató a Joaquín Sperani con un fierro. En una declaración, aseveró que lo hizo porque “estaba muy enojado”.

Frente al Juez Control, Niñez, Adolescencia, Penal Juvenil, Violencia Familiar y de Género y Faltas, Sebastián Moro, el chico aseguró que “Participó solo, que no hubo otros participantes, que todo sucedió a partir de una fuerte discusión, que tomó un fierro y le pegó en la cabeza”, informaron en Télam.

Por su parte, Mariela Flores, madre del joven asesinado, exclamó: “Siempre dijo eso, de que habían tenido una discusión y que por eso lo hizo. En un momento negaba que había llevado el caño”, le manifestó a TN.

“¿Cómo le podés creer a una mente retorcida como esa? ¿De qué discusión habla si mi hijo se iba riéndo con él?”, explicó la mamá de Joaquín Sperani mientras continúa el curso de la causa.

Por su parte, la reconstrucción de los hechos coincide con el relato del amigo de Joaquín Sperani, quien admitió ante la Justicia, el crimen comentido a fines de junio en Laboulaye, Córdoba.

Cómo continúa la causa por el crimen de Joaquín Sperani

A partir de ahora, y tras el reconomiento del delito, el Juez del caso Sebastián Moro, deberá determinar qué es lo que sucederá con el adolescente acusado por el asesinato.

Por su parte, el menor de edad estaba alojado en el Complejo Esperanza y debido a su edad (13 años), es inimputable según el Código Penal, por lo cual tendrá que resolverse su situación procesal tras confesar el crimen de Joaquín Sperani.