Un estudio concluyó que las olas de calor extremas registradas en Estados Unidos, Europa y China se deben al cambio climático y los expertos advirtieron sobre su gravedad y frecuencia creciente.


En los últimos meses, temperaturas infernales golpearon a Europa, Estados Unidos y China, alcanzando récords de más de 40 y 50 grados en algunas regiones. Estas olas de calor fueron atribuidas al cambio climático por la red científica World Weather Attribution (WWA).

Según los estudios de la WWA, los desajustes climáticos provocados por la actividad humana hicieron “al menos 50 veces más probable” la reciente ola de calor en China.

El cambio climático, resultado de las emisiones de gases de efecto invernadero, incrementó la frecuencia y duración de las olas de calor. Investigadores señalan que estos eventos “ya no son acontecimientos excepcionales” y aseguran que si las emisiones no disminuyen rápidamente, “serán aún más intensos y frecuentes”.

Los científicos expresaron su preocupación tras los resultados de un estudio sobre el cambio climático

Aunque fenómenos naturales como anticiclones y El Niño pueden contribuir a las olas de calor, la principal causa de su gravedad es el calentamiento global generado por la quema de combustibles fósiles.

En julio, diversas regiones del hemisferio norte sufrieron olas de calor, con registros históricos de más de 50 ºC en el Valle de la Muerte en California (EE. UU.) y el oeste de China, 45,3 ºC en Cataluña (España) y más de 43 ºC durante 24 días en Phoenix (Arizona, EE. UU.).

Un equipo de siete científicos de los Países Bajos, Reino Unido y Estados Unidos comparó datos meteorológicos históricos y modelos climáticos para demostrar la relación entre el clima actual y el calentamiento global de 1,2 grados con respecto al pasado.

El Mar Mediterráneo alcanzó un récord de temperatura y peligra la vida marina

Asimismo, el Instituto de Ciencias del Mar en Barcelona alertó que las aguas del Mar Mediterráneo alcanzaron un récord de temperatura, alcanzando una mediana diaria de 28,71 grados, atribuyendo estas elevadas temperaturas al cambio climático.

Entre 2015 y 2019, diversas especies marinas fueron afectadas por mortandades masivas debido al incremento de temperaturas, lo que pone en peligro a los ecosistemas marinos.

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático clasificó al Mediterráneo como un “punto caliente” del cambio climático y señaló los cambios drásticos que ha sufrido su biodiversidad desde la década de 1980.

Los investigadores insisten en la urgencia de reducir las emisiones y adoptar medidas para preservar los ecosistemas marinos y combatir los efectos devastadores del cambio climático. La próxima conferencia sobre el cambio climático, COP28, en noviembre en Dubái, será un punto clave para abordar estas problemáticas.

A su vez, organismos como la NASA y el observatorio Copernicus confirman que julio de 2023 se perfila como el mes más caluroso jamás registrado. Advierten que es imperativo tomar acciones urgentes para mitigar los efectos del cambio climático ante la creciente amenaza de olas de calor extremas.