Con la progresiva flexibilización del Covid-19 son cada vez más las personas que compran vuelos para viajar a cualquier parte del mundo o realizar una jornada de trabajo en otro país. Por eso Ámbito te cuenta qué palabras no tenés que decir en un avión o en un aeropuerto.

Tras “el fin de la pandemia”, las aerolíneas aceleran la compra de aviones y las dos mayores empresas fabricantes del mundo, Airbus y Boeing, están logrando salir de un cuello de botella tras superar algunos problemas de producción.

reconocida empresa compro 20 aviones para apostar por los viajes supersonicos

Pero hay ciertas normas y acciones desconocidas por las personas, generalmente cuando toman un avión por primera vez. El procedimiento, en la mayoría de los casos, es el mismo: arribo al aeropuerto, check in, embarque, migraciones y sala de espera antes de subir al vuelo elegido.

En todas esas etapas, incluso en el avión, existen ciertas palabras que los pasajeros sólo deben mencionar en caso de una urgencia inminente.

¿Qué palabras están prohibidas en un avión o en un aeropuerto?

  1. Emergencia
  2. Fuego
  3. Terrorista
  4. Bomba

No sólo están prohibidas ciertas palabras, sino también objetos específicos que no podremos ingresar al avión: armas de fuego ligeras, otras armas de fuego y dispositivos que disparan proyectiles, dispositivos paralizantes, objetos punzantes y/o cortantes, herramientas de trabajo, objetos contundentes, sustancias o artefactos explosivos, entre otras cosas.

Tips a tener en cuenta a la hora de viajar en avión

  • Evitá realizar conexiones que impliquen menos de una hora entre vuelo y vuelo.
  • No toques a la azafata para pedirle algo. Si no lo hacemos con los mozos en los bares, tampoco hay que hacerlo en un avión.
  • Sacarse los zapatos o caminar descalzo por el avión es imperdonable.
  • Siempre espera a que pase la azafata para tirar la basura, no la llames antes solo por eso.
  • No te levantes para ir al baño apenas el avión termina de despegar.
  • Nadie puede levantarse del asiento durante las turbulencias porque no solo se pone en riesgo uno, sino también a quienes lo rodean.