El atacante de Vélez, quien no es tenido en cuenta por el Cacique Medina, rompió el silencio y lanzó declaraciones alarmantes en las que pidió ayuda indirectamente.


Tras su pésimo paso por San Lorenzo durante el primer semestre del 2022, Ricardo Centurión se entrena en Vélez de lunes a viernes por la tarde, pero no es tenido en cuenta por el Cacique Medina para ser parte del plantel profesional y atraviesa un horrible momento personal: “Llegué a esta situación porque me había cansado de la vida, de todo, me había agotado”, indicó.

En este sentido, el jugador está solo y nunca juega ningún partido, una situación que es muy delicada para cualquiera: “Es algo muy difícil entrenarte solo, con un kinesiólogo y un preparador físico. Me pusieron a la tarde para que no me cruce con el plantel profesional. Mi vida es como cuando estaba la pandemia”, reconoció el futbolista de 29 años en diálogo con La Red.

Asimismo, continuó con su duro relato a corazón abierto: “Llegué a esta situación porque me había cansado de la vida, de todo, me había agotado. Necesitaba aislarme. Me sentía agobiado, tuve ataques de pánico. Necesita irme de todo. Por eso decidí esto. Muchos no me entienden por qué me fui de mi trabajo, pero era que ya no me soportaba ni a mí mismo”.

Una de las situaciones que hacía aparentar un posible cambio de actitud y maduración era el nacimiento de su hija, pero desde entonces todo empeoró: “Pensaba que hasta el amor de mi hija me iba a hacer olvidar de las heridas. Entiendo todo y me hago cargo de lo que estoy haciendo. No tengo respuestas de por qué no lo puedo solucionar. Obviamente me duele saber que llega el fin de semana y no concentrar. Pero tengo la esperanza de volver a jugar, tengo 29 años, lo puedo hacer”, continuó.

Por último, el mediapunta que estuvo a punto de ser parte de la Selección Argentina en Rusia 2018 concluyó con una dura autocrítica: “De pelotudo grande me agarró esto de faltar a los entrenamientos. De chico no lo hacía y si me la pegaba, iba a entrenar igual. Fue por un montón de problemas. Me encanta entrenar. Nunca salgo a hablar. Y cuando lo hago, lo hago con el corazón”.