La Suprema Corte intervino para quitarle el trabajo adicional por la feria judicial para que sólo pueda abocarse a este juicio.


A una semana de que se realizaran los alegatos tanto de la fiscalía y el particular damnificado así como de la defensa por el crimen de Fernando Báez Sosa, el Tribunal Oral Criminal 1 de Dólores, integrado por la jueza y los jueces Claudia Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lázzari definen si pronunciará solo el veredicto o también los fundamentos de la sentencia.

Según informó la agencia Noticias Argentinas (NA), las opciones que se encuentran analizando en vistas al próximo 6 de febrero -fecha que anunciaron- son sólo leer el veredicto con la llamada “parte dispositiva” o además incluir la “lectura de la sentencia con una breve reseña de los fundamentos de la decisión”.

Para ello, la Suprema Corte bonaerense intervino para quitarle el trabajo adicional por la feria judicial y que así tengan despejado el camino para abocarse al veredicto y a los posibles fundamentos de la sentencia.

“De no ser así, a los abogados tanto de la parte querellante como de la defensa y la fiscalía se les dará por secretaría la sentencia para que a futuro puedan apelar. Las apelaciones que puedan hacer las partes recaerán ante la Cámara de Casación Bonaerense que no tiene plazos luego para revisar y expedirse sobre el eventual fallo que dictará el Tribunal 1 de Dolores”, detalló el medio. 

Cabe recordar, que tanto la fiscalía integrada por Juan Manuel Dávila y Gustavo García junto al abogado Fernando Burlando que representa a la familia de Fernando, Graciela Sosa y Silvino Báez, solicitaron la pena de prisión perpetua por homicidio doblemente calificado por premeditación y alevosía contra los ocho imputados Máximo Thomsen (23), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23), y Luciano (21), Ciro (22) y Lucas Pertossi (23). Mientras que su abogado defensor, Hugo Tomei, pidió la absolución o bien el de homicidio preterintensional o por dolo eventual.

El crimen del joven se ejecutó en la madrugada del 18 de enero de 2020, en la puerta del boliche Le Brique en Villa Gesell, por el que ya cumplieron tres años, que su familia homenajeó con una oración interreligiosa y una colecta solidaria.